Negros tiempos nos esperaron hace ya setenta años
tiempos de odio, de represalias a los vencidos;
sucia guerra donde los militares y falangistas nos torturaron
y hasta por algunos que creíamos camaradas fuimos vendidos.
Maldito mes de julio cuando comenzó la masacre,
que sin duda con gran fuerza y valor respondimos
saliendo como hermanos a defender la libertad,
no podíamos permitir ser aplastados por el fascismo.
Razonadas eran nuestras intenciones en la lucha,
pronto pudimos ver la gran desgracia que nos esperaba,
logramos parar el fascismo a las puertas de Madrid,
muerte, sangre y dolor veíamos en nuestros compañeros.
Nunca debemos olvidar a los que murieron contra el tirano,
también recordar siempre a cualquier mujer solidaria,
que con la misma fuerza y convicción que los hombres
pusieron su granito de arena pero acabaron encadenadas.
Damos mil gracias a obreros, campesinos y sindicalistas,
muchos fueron los lugares donde triunfó la revolución,
recibida con gran alegría entre el pueblo unido
se instaló un sistema de vida donde primaba la razón.
Por desgracia eso lo destrozó la reacción tres años después
cuando la luna se cubrió con un velo y el día se apagó,
ya solo nos quedaban cuarenta años de oscuridad,
nadie se imaginaba que sucedería tanto sufrimiento y dolor.
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