lunes, 30 de noviembre de 2009

Resistir es vencer

Invade mi espacio vital,
dientes sin carmín,
lágrimas facilonas
de tabaco barato.

Dame la mano,
princesa con p
mayúscula, por favor.
No te abandones,
no te abandono,
si pecas es porque
no han sabido
pedirte perdón.

Hay una herida.
Ahí, lejos.
¿La sientes?
Nos odia:
la apedreamos,
pataleamos,
apuñalamos
y, cuando no queda
nada más que
un recuerdo,
te conformas
con haber querido.

Ahora que ya
has tirado los dados,
te toca a ti jugar
a ser tú.

"Resistir es vencer",
como dijo aquél.

sábado, 28 de noviembre de 2009

El Destino

¡Qué traicionero es!
Somos como hojas de otoño:
En un dia de viento,
nos trae y nos lleva a su antojo
dejándonos donde le apetece...


Para más tarde
volver a zarandearnos
y alejarnos de alli,
llevándonos a otro lujar más lejano...




Raquel

viernes, 27 de noviembre de 2009

ESCRITOS SOBRE LA REALIDAD

Voy paseando junto a la mediocridad
tropezando sin querer en inciertos caminos
con verdades que me llevan a la realidad
y me persiguen en mi deseado retiro.
Disfrazada de uniforme está la atrocidad
dando sordas pinceladas en racionales gritos
ensuciando los colores de esta sociedad
sintiéndonos cada vez mucho más perdidos.

Resisto en mi trinchera contra su maldad
en sus asfixiantes prejuicios jamás he caído
respirando a fondo el sabor de mi libertad
y riéndome de esta gran función de circo.
¿Dónde quedarán los recortes de solidaridad?
en algún recóndito lugar se han escondido
esperando que nos volvamos a humanizar
y disfrutemos de la vida en pequeños suspiros.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Telephone

¿A dónde han ido las personas?

¿Dónde las han dejado los cuerpos?

Las sábanas se enfrían junto a los corazones,

anegadas en mares de sudor y piel

mientras los juegos nacen bajo sábanas grises.

Cuerpos que se sienten, se necesitan, se desean,

pero manos que seguirán por siempre muertas y olvidadas,

labios que muerden, pero no besan,

ojos que se ven sin contemplar nada.


Las personas huyeron en la noche y volverán

al alba, perdidas sin razón, vejadas sin perdón.

El placer dormirá hasta que el deseo vuelva

a las esquinas, y los cuerpos se vean de nuevo.

La noche reúne, mezcla, agita, disuelve y olvida,

Se beben unos a otros y se vomitan, ebrios de vida

e inconscientes de su olor vacuo, tierno.

Los ojos no se cruzan, el dolor duerme hasta nunca

en figuras de mármol, perfectas, solitarias y frías.

No hay futuro, no zarpan naves a tierras ignotas,

lo busco desesperado y sólo en el mañana.


Trato de dar esperanza; recibo miedo,

deshecho en pedazos, disuelto en color.

martes, 24 de noviembre de 2009

Pretérito. Perfecto. Simple.

Si pienso en tí, me sale un banco, chocolate y cocacola.
Un sombrero negro. Fotocopias.
Una silla vacía. Un día. Y otro.
Faltar a clase era conocerte.
Y romper las reglas entrar en tu juego.

Puedo recordar mil llamadas de teléfono,
Aoristos, Plauto, Modernismo, Panteón.
-¡Eso no entra!
-¡Si!
-¡No!
-¡Si!
Y el silencio.

Podía escuchar tu respiración.
Y los sonidos de tu casa. Las broncas, la tranquilidad, la indecisión.
El jersey gris te quedaba grande. Y los pantalones siempre eran cortos.
Rodábamos cortos de los que nos avergonzabamos después.
Me avergonzabas después.
Rendiamos culto a Wilder, a Janis, a Vian.
Ponía cojines sobre tu cama.
Memorizaba tus olores por tí.

Aun creo que,
si escarbases un poco, podríamos encontrarte bajo mis mil capas.
Que aún, por supuesto, tienes un cajón y medio.
Fotos con chinchetas, papeles, emails, canciones.
Te veo.
Como unas mil veces al dia.
Detrás de unas gafas.
Una camiseta roja.
Unas zapatillas rotas.
O una risa bajo esa nariz.

Aún creo que,
si me arañases un poco, podrías encontrarte
en mis púpilas, en mis gestos, en mis frases
en mis aspiraciones y miedos,
mis frustraciones, mis desengaños
mis realidades, mi forma de ser,
de escuchar. De oír.

Aún quiero pensar que esto
es una lista de deberes
de tareas por hacer
de hechos por venir.
Y no un viejo ticket de compra
pasado de fecha
de una prenda que compraste sin querer,
y que te queda pequeña.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Sabe más el diablo por viejo que por diablo

Descartes. Racionalista... ¿Francés era? René Descartes. Sí, con ese nombre sólo puede ser francés. Filósofo y científico, claro, eso sí que es una información importante. Cree que es el que duda tanto... Por supuesto, el de “Pienso, luego existo” ¡y su famoso método! Pero, ¿qué más podría decir de él? Quizás hablar de sus obras, aunque eso a los jóvenes siempre les aburría y se distraían mucho. Meditaciones metafísicas, Las pasiones del alma... Y había otra muy importante también. Algo del método... ¡Maldito Descartes! ¿Por qué es del que menos se acuerda? Antes no le pasaba...
- ¡Manolo! ¡Que ya está la comida! ¿Otra vez con tus discursos filosóficos?
Joder, Caye siempre tan oportuna. Desde que lo descubrió en la habitación hablando en alto sobre Kant, su preferido, ahora le tiene vigiladísimo... Ni que estuviera loco, hay cientos de personas que hablan solas... Él sólo repite en alto las cosas para no olvidarlas nunca... ¡Ah! ¡Ya está! ¡El discurso del método...! ¡La obra más importante de Descartes! Al final no ha sido tan difícil...
Sonríe para sí mismo mientras sale del baño. Definitivamente, si volviera a las andadas, los alumnos se quedarían epatados con su sabiduría. ¿Quién ha dicho que ahora es un inútil? Sabe más el diablo por viejo que por diablo. Él puede con todo.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Abandonando la infancia...


... con M de Manuel


viernes, 20 de noviembre de 2009

La sociedad de la imagen

En estos años que vivimos actualmente, estamos todos subordinados al mundo de la imagen y a la sociedad del estilismo, esta sociedad actual solo se interesa por la estética, la moda y la visualización. Es más, toda la tecnología del siglo XXI tiene puesto su empeño en la innovación visual, es decir: móviles, DVDs, ordenadores, videoconsolas, webcams etc. La decoración también y en general nuestra vida está profundamente marcada por esta tendencia.

Un ejemplo real y bastante impactante, es que cada uno de nosotros a lo largo de un día normal, pasa por delante de alrededor de seiscientas cámaras, en las que quedamos grabados y reflejados en una imagen. Otro ejemplo para demostrar que no entenderíamos nuestra vida sin imágenes es que cuando leemos un libro, algunos disfrutamos imaginando la historia y visualizamos mediante nuestra imaginación todo lo que ocurre o se narra en el libro, pero otros muchos, (cada vez más) prefieren no forzar su mente y piensan que es mucho mejor que les ofrezcan esa visualización por medio de una película cinematográfica. Sin duda, lo único que se consigue con esta sociedad de la imagen es la pérdida del gusto o el deleite de experimentar otros muchos sentidos, ya que, solo valoramos lo que nos “entra” por los ojos y no aquello que podríamos captar y disfrutar mucho más mediante sensaciones como sonidos, sabores, olores ... Concluyendo, con esta perspectiva actual estamos consiguiendo crear un único mundo donde prevalece solamente la imagen y la estética, creando un tipo de personas, mentes e ideales muy similares cuando lo mejor sería la diversidad, que cada uno fuera el creador de sus propias imágenes y no solo receptor.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Un mito moderno

latido.
(
Del part. de latir).
1. m. Cada uno de los golpes producidos por el movimiento alternativo de dilatación y contracción del corazón contra la pared del pecho, o de las arterias contra los tejidos que las cubren. Puede ser percibido por la vista, el tacto y, muy especialmente, por el oído mediante la auscultación o sirviéndose de instrumentos y aparatos adecuados.
2. m. Sensación dolorosa en ciertas partes muy sensibles, a causa de infección e inflamación subsiguiente, a consecuencia de este movimiento de las arterias que las riegan.

Uno de los modos de expresión del corazón, puede ser considerado el latido. Los latidos, imprevisibles mensajeros, ruidosa afición, banda sonora de los momentos más delicados, delatores espontáneos, traicioneros profetas. Te anuncian cosas de las que nunca te podrías haber percatado; se presentan con el mínimo recuerdo del roce de unos labios, de la cercanía de un aliento, del olor de una piel, del tacto de un recuerdo. Los latidos del corazón se presentan allá donde no los esperas, ensordecen tus oídos, te gritan en el pecho y pisotean tu conciencia. ¿Por qué me late el corazón? ¿Cómo lo silencio? ¿Por qué a veces sólo lo oigo a él, moribundo que agoniza, incansable, protestando, quejumbroso? No hay silencio posible. Nadie es capaz de acallarlo, de amortiguarlo, ni siquiera bajo una avalancha de cemento. No puedes detenerlo, no puedes encadenarlo, no puedes siquiera matarlo...
El ser humano ha nacido con la capacidad de la aceptación. Desde pequeño, ha ido asumiendo reglas, ha ido tragando mandatos, ha ido amoldándose al deber, ha ido creyéndose falsos mitos: "No puedes ignorar los sentimientos" "No puedes elegir de quién te enamoras" "No puedes nadar a contracorriente"...
Pero siempre puedo desmentirlos todos. Los falsos mitos se llaman así por ser falacias, por su naturaleza inventada. Puedo congelar los sentimientos. Puedo ralentizar el latido de un corazón. Congelándolo, puedo hacer que lata despacio, que aunque envíe sus latidos en una dirección estos lleguen con más lentitud, que se distorsionen, que cuando la persona que lo hace estallar desaparezca de tu vida, pueda descongelarlo, y éste se desangre por alguien que no está.
Podría definirse como un castigo, por no haber sabido llevarlo por el camino correcto. Nosotros elegimos de quién nos enamoramos; nos podemos alejar de la persona en cuestión cuando tenemos un atisbo de que nos podemos enamorar, pero somos tan egoístas, que queremos sentir el amor, y cuando nos damos cuenta, es demasiado tarde.
Hemos nacido egoístas, inocentes, enamoradizos, desnudos, y desprotegidos. Cuando es demasiado tarde, es entonces cuando nos damos cuenta. Para colmo, estamos presumiendo de ser tontos, retrasados para ser exactos.
Hemos nacido con la sangre caliente, y ahora toca congelarnos el corazón....

martes, 17 de noviembre de 2009

Manifiesto cinematográfico. (O el por qué pichar en la sección Cultura en General)

En vista de que tenemos una nueva sección y que trataré de llenarla con nuevas aportaciones, tendré que convenceros (¿Hola? ¿En serio tenemos lectores?) para que por lo menos la ojeéis así por encima.

Pues bien, hoy por el séptimo arte. Porque... ¡Felicidades cine, por todos estos añitos que llevas con nosotros!
Supongo que habrá que felicitarte, claro, a pesar de todas estas películas (Las llamo así solo porque son un elemento rodado en film, no por su grandeza como testimonio de la sociedad, por su denuncia social, su gran dominio del lenguaje cinematográfico...) que configuran al cine como esa gran máquina de entretenimiento de la masa.
Y es que el cine fue y es, a pesar de esta industria, algo más que ver las tarde de domingo.

En principio, hay que darle las gracias a los hermanos Lumière, no solo por el invento, sino por esa serie de cortos que sin darnos cuenta han tenido su trascendencia en las producciones actuales. De hecho, no se si todo el mundo ha visto el corto "El regador regado" , pero en uno de los capítulos de Los Simpsons se produce un pequeño homenaje con la misma escena protagonizada por Bart y Homer. Así que no toda la grandeza se la debemos a Matt Groening.

Siempre que hablamos de los elementos técnicos y genialísmos del cine actual pensamos que son eso, actúales.
Lamento decir que la primera vez que el flashback se utilizó fue en el año 1908. Lo sentimos, Lost no ha sido tan novedosa, pero bueno, no os preocupéis que han sido los primeros en jugar con osos polares en islas tropicales. Aún así, si alguien quiere ver un buen ejemplo de saltos en el tiempo, recomendarles "Intolerancia" de Griffith (De 1916, por cierto) una película que creó en protesta por el rechazo de su creación anterior, "El Nacimiento de una Nación" de 1914, que hacia propaganda del Ku Kux Klan estadounidense (Lo sentimos, Griffith no era perfecto) y propició que este grupo creciera hasta alcanzar los tres millones de seguidores tan solo un año después ser proyectada. Vamos, que sí, que Michael Moore hace unos documentales muy buenos, provocadores, incómodos para la sociedad estadounidense... pero efectivos como las películas de Griffith, ninguno. Aunque la palma de propaganda ideológica se la lleva Eisenstein con "El Acorazado Potemkin" que aparte de defender el régimen de Lenin es un ejemplo del lenguaje cinematográfico y que supura arte por cada uno de sus fotogramas.

¿Qué quiero decir con esto?
Señores, no se engañen. Antes de Crepúsculo y su "Reinventación del mito vampírico" (¿?) estuvo "Nosferatu" una auténtica reinterpretación sin lugar a dudas, y con muchísimo más mérito que un cachas pálido y una buenorra con problemas de autoestima que lloran por la ausencia de cópula.
Que antes de "El Diario de Noa" tuvimos "Antes del Amanecer" y su secuela, "Antes del Atardecer" (Y esas son más recientes, no todo va a ser en blanco y negro) películas románticas de verdad, que me río yo de la guerra y los años separados y los mil hijos juntos.
O "Desayuno con Diamantes" protagonizada por una de las mujeres más bellas de toda la historia del cine (Con perdón de Ava Gardner, Marylin y Greta Garbo, capaz de excitar a mil hombres simplemente quitándose un guante)
Que si nos da miedo La Bruja de Blair o nos parece que Saw es terror psicológico porque nunca sabemos por dónde nos va a salir (Simple y llanamente, por donde haya más carne que cortar, no lo duden) es porque no hemos visto los penetrantes ojos de Cesare en "El Gabinete del doctor Caligari" o escuchado la dulce voz de Bete Davies (Si, sé que ya hablé de ella hace un par de días. Pero ¿Qué quieren? ¿Que hable de la Jolie?) diciendo la frase de "Blanche, ¿Sabes que tenemos ratas en el sótano?"
Por cierto, censuran a Saw por cuatro visceras de mierda, con perdón. La violencia de verdad se ve en "La Naranja Mecánica" y doy gracias porque la sigan poniendo en los cines.
Que si, que Jana Montana y Jaiesculmiusical han vendido un montón, que los tenemos en la sopa, y en las niñas que parecen vallas publicitarias andantes, pero que no podrán igualar jamás de los jamases a "West Side Story" "Bailando Bajo la Lluvia" o incluso "Grease"
Y por si aun alguno piensa que soy una defensora de cine antiguo, que vivo anclada en el pasado y no compredo el cine actual, tres hurras por Tarantino, Bertolucci, Tim Burton (Algunas, le acepto algunas) o Woody Allen (Idem que a Burton)

Si es que el que no ve buen cine es porque no quiere, porque películas buenas las hay.
Y si no, tiempo a nuestra nueva sección.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Vivir

No puede ser. Las cosas malas pasan muy de vez en cuando, y siempre les ocurren a los demás, no a gente de tu entorno, no a tus amigos o conocidos…
No terminas de asimilarlo. Y lloras. Lloras de verdad, por tristeza y porque sí. Entonces es cuando llega el momento en el que te planteas muchas cosas más o menos importantes en la vida. ¿Aprobaré el examen de la Autoescuela? ¿Seguiré con mi novia el próximo verano? ¿Tendré suficiente dinero para alquilar un piso?
Quehaceres diarios y problemas que consideramos fundamentales y, sin embargo, cuando lloras de verdad (y por alguien a quien quieres y, más aún, porque ese alguien está sufriendo) te das cuenta de que nada tiene más sentido en la vida que la propia vida y el verbo que va con ella de la mano: vivir. Vivir está perdiendo cada vez más fuerza pragmática, lo que nos lleva al error de preocuparnos por motivos cada vez más banales.
Por eso hay que saber mantener a las personas que merecen la pena; por eso hay que saber recordar los momentos que verdaderamente nos hacen felices; por eso hay que vivir, sabiendo lo que muchas veces se nos olvida: que estamos aquí por casualidad y esa casualidad es nuestra, tuya, mía, de nosotros…

Vivan, señores. No se arrepentirán.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Papel cuadriculado

Eran las nueve de la mañana cuando entré por aquella puerta, un martes como otro cualquiera, día lluvioso. Estaba rodeado por la oscuridad más profunda y agobiante. Sabía que en cualquier momento nacería la luz y esa fuerza mayor me obligaría a salir allí fuera. Yo no quería, no más torturas suplicaba a la nada... No es agradable permanecer con una sensación de alarma constante en el cuerpo, una sensación de miedo permanente, de histeria...

Pero, cuando menos me lo esperaba, ella asomó triunfante, resplandeciente, abrumadora... esa luz que me cegaba acompañada de aquella inequívoca fuerza mayor... y pasó. Minutos después de recuperar mi vista, pude percibir un montón de figuras a mi alrededor; todas felices y sonrientes, como si a ellas nada les afectara... ¿Cómo puedo ser tan desdichado? me pregunté. No soportaba ese murmullo de risas y de alegría que contagiaba el ambiente. Sabía que de un momento a otro comenzaría el ritual de cada día, ese dolor punzante que atravesaba mi cuerpo y que tocaba lo más profundo de mi alma.

Me paré a pensar... no merecía la pena atormentarme con todo lo que ocurría a mi alrededor, así que decidí evadirme pensando en el final de la jornada... ese momento de calma y sosiego...

La luz seguía cegándome y la fuerza volvió a ceñirme entre sus garras...¡Ahora! Era ahora cuando iba a empezar el martirio de todos los días.

9.20 de la mañana: un objeto punzante, sostenido por la fuerza mayor, dibuja símbolos en mi piel si piedad, rápido, lento, con descansos... al son de la voz del fondo.

9.30: punto final de la historia, una hoja de papel cuadriculada menos y vuelta a empezar...

14.00: gastadas 6 hojas, sólo me quedan 120... el fin de mis días se acerca.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Lo que "tú" quieras

Hoy me encuentro muy bien
pero no voy a acabar borracho,
ya acabé bastante ebrio de deseo
y suficientemente despalabrado.
Deseo desbordante y desbordado
que es difícil de controlar,
deseo natural y entusiasmado
precedente de la amistad.
En ocasiones causa inquietud
la profundidad de la mirada,
pero la seguridad de la caricia
me ofrece sosiego y calma.
En la batalla entre deseo y quiero
vence de momento el raciocinio,
pero seguiré cultivando la ilusión
y el cariño como buenos vicios.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La araña.

La seguridad de los sueños se encuentra con el inconveniente de que tiene un precio impagable. Las dudas, todas aquellas sombras que no nos dejaban dormir, se volvieron blandas, y de cristal ante el puño certero de las pequeñas lunas blancas que se transportan alegremente, por una laringe, empujadas por un pequeño riachuelo de agua.
Congelas el corazón, aún a sabiendas de que otra sacudida se acerca. Tu estómago pide clemencia, y tus ojos piden auxilio ante un ahogo inminente. De nuevo, tu corazón se está muriendo, y el tiempo no volverá a perdonarte.
¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo en lo más fondo de la negra tristeza?
No habrá líquido capaz de diluirla.
Aguantas el tipo. Respiras hondo, y miras al cielo. "Aguantaré". Tu estómago vuelve a darte señales de vacío. Sólo hay una escapatoria.
Te preparas. No debes dejar que te invada la pena, y comienza a salir la luna. La vía láctea es cristalina y transparente y se desliza desde el interior de un vaso. Poco a poco, la luna es luna nueva.
Y durante unas horas, ganas la partida, y estás seguro, dentro de tu cabeza, donde nada, ni nadie, puede dañarte, y la pesadez de tus brazos se traduce en la comodidad de una nube.

La araña. Se te envenena la sangre cuando piensas en ella. La maldita araña. Desearías con todo tu ser pisarla, maltratarla, darle una lección. Quieres tener un bidón de gasolina y quemarla, oírla suplicar, gritar, mientras la combustión la va arrastrando a la eternidad lentamente. Pero la araña sigue ahi, y te supera. Te sientes inferior, miserable. Teje y teje su tela, y está dispuesta a comerse a su presa.
Y te desesperas. Intentas averiguar más sobre la araña, cómo destruírla, o si incluso lo único que pretende es inquietarte con su negra sombra que se clava en las esquinas de cada uno de tus sueños.
Haces estupideces. Y sigues dudándo. Quieres matar a la araña, pero la tela no se rompe, y no te decides a actuar.

Tu autoestima queda profundamente minado, y de repente, ya no queda nada capaz de amar a tu imagen. Los espejos se marchitan. Te ves en blanco y negro, deseándo borrarte de la faz del planeta.

Todo ello por su culpa. Por culpa de la araña.


Y una noche más, un somnífero bajará por mi garganta, cual minero sediento de oro, plata y diamantes, en busca de la guarida de aquél horroroso ser que se cuelga poco a poco desde el techo, con destino mi corazón....

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Halo

Hoy es noche de neón frío,
de refugios de felicidad perdidos,
nichos de manos deseosas
de sed por sed, dolor por dolor.
Línea blanca hacia el placer esquivo,
sima sin consciencia, ya disuelta
en baile, en sudor lujurioso y triste.

Asfixia de color;
calor asfixiante
que abraza y olvida, como si ya nada
fuera a volver jamás.

Sueños de estrella lanzados a la noche
deslumbrados por luz, metal y brillo.
Éxtasis de esperanzas vacías,
hambre de carne tierna, inocente.
Gloria extinta en ideales huecos,
luz deshecha en oscuridad,
masa informe de cuerpos
implorantes de vida.

-La noche cabalga desbocada a su fin
y da la mano al alba implacable,
castigadora.

-Suplican paz, amor,
rodeados de almas tristes
y mutiladas.

-Esperan perdón, pero
nadie los abraza,
los besa, los
ama.

Los dioses han apartado la vista y no mirarán jamás.

martes, 10 de noviembre de 2009

Sinestesia.

Odio las mañanas, porque me rajan.
Odio las sábanas porque dejan un sabor amargo en la boca.
Odio el café porque es voluble, caprichoso, te da calor, frío, calor, despertar, sueño, tranquilidad y nostalgia.
Odio la calle, porque chilla con prisas.
Odio a la gente, porque huele a gente, te aprisiona, te envuelve en un conjunto en el que estas solo, no te permite moverte, respirar, te deja oir demasiado, tocar demasiado, ahogarte demasiado.
Odio la luz porque presiona y duele.
Odio los papeles porque piensan por mi, me reflejan, reflejan lo que tendría que saber, lo que debería saber, lo que tendré que saber y no sé, son mi conocimiento desconocido, el futuro esfuerzo, la falta de vida, la perdida de tiempo. El futuro papel.
Odio el teléfono porque chilla y no habla, porque te llama y no dice nada, porque lo ves y no existe. Y no existes.

Te odio por darme las noches.
Por el agua, por el calor, por la vigilia, por la necesidad y la cercanía.
Por los murmullos, por el tiempo.
Por oler a ti, aprisionarme en ti, envolverme en ti. Por no poder moverme, ni respirar, ni oir y sin embargo tocar, tocar, y nunca demasiado mientras me ahogo. Y nunca es demasiado.
Te odio porque eres oscuro, mimético, no das la cara pero atacas.
Odio los papeles porque los pierdo, porque no puedo pensar en ellos, me reflejan, reflejan lo que tendría que hacer, lo que debería hacer, lo que tendré que hacer y no querré y no podré y lo haré, son mi conocimiento conocido, repetitivo, el futuro esfuerzo, la falta de vida, la necesidad del tiempo. La necesidad de volver a mi papel.
Odio la puerta porque susurra y habla, porque se cierra, porque a pesar de ser bajas sus palabras resuenan dentro en cada escalón. Porque te veo y existes.
Te odio porque existes.
Porque lo cambias todo.
Te odio, por encima de todo, por anestesiar mi sinestesia.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Shrek

Escapas de este mundo
sin saber muy bien adónde ir.
Huyes de lo material,
de la privatización,
del humo del consumo
y del “hoy pago yo”.

A veces suenas tan
distante que pareces
otra persona,
y sueñas con tanta
fuerza que parece que algo
puede llegar a cumplirse.

Las gentes, las personas,
la gente, esa persona,
te miran deprimidas.
¡No saben que tú también
te señalas con el dedo
pensando que eres diferente!

Parece que has vuelto
a la ciénaga donde naciste,
sin políticas, sin excusas,
sólo barro y palabras.
Por fin puedes sentirte
un ogro de la sociedad.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Ayala




Granada.
República.
Buenos Aires.
Nueva York.
Historia.
Escritura.
Centenario.

Francisco Ayala.

viernes, 6 de noviembre de 2009

VIVIENDO ... DESEA Y DISFRUTA (Dedicado con mucho cariño a Miriam)

Los números primos gemelos,

siempre juntos emocionalmente,

pero siempre separados físicamente.

Les separa la barrera de un número par,

pero es precisamente esa distancia,

la que les aboca a crear una fuerte unión.

Eso nos ocurre a algunas personas,

cuando sentimos irremediablemente

una fuerza invisible que nos une a otra.

Sabemos que es posible estar en soledad,

rodeados por una multitud desconocida

que nos observa con superficialidad.

Es la indiferencia en la mirada,

la que nos evoca el placer de rechazar

todas aquellas cosas gigantescas.

Aprendiendo a buscar el gusto

por las más pequeñas e insignificantes,

que son las que llenan nuestra vida.

Todos encontramos en algún momento

a nuestro número primo gemelo,

ya pueda ser un hombre o una mujer.

En ese instante notamos cómo se crea,

entre ambas personas, un espacio vacío

con un aire y unas emociones únicas.

Quizá tenga que seguir viviendo sin más,

dejando pasar personas delante de mí

respirando lo mejor de cada una de ellas.

Aún me quedan muchas por conocer,

y tal vez sin saberlo me tope de frente

con la complementariedad que deseo.

Mientras me dedicaré a seguir fielmente

los pasos que voy eligiendo en mi vida,

disfrutando en compañía de los míos.



* Para los amantes de la buena lectura:

"La soledad de los números primos"

de Paolo Giordano.


jueves, 5 de noviembre de 2009

Reincidir

Puede que sea cierto aquello de que el mundo está en expansión, y que pronto llegara al punto cero, y caerá, y todo se reiniciará, que todo colapsará.
Se repetirá la edad de hielo, todo pasará por su ciclo, hasta volver una y otra y otra vez al punto cero, para colapsar, y comenzar de nuevo.
Puede que sea cierto, que el mundo solo sabe reincidir una y otra vez. De ahí que el ser humano tropiece con la misma piedra; que donde hubo fuego cenizas quedan; que una adicción por muy superada que esté dure para siempre. Porque todo son reincidencias.
De ahí nacen los fetichismos, las obsesiones, de reincidir una y otra vez sobre una imagen, fruto de casualidades que hacen que todo lo relaciones. Al principio decides que te da igual, pero, ¿por qué vuelves a caer y siempre encuentras alguna conexión con ello? Esto es horrible... Al igual que un dia te levantas con la firme promesa de que no volverás a darle más vueltas a algo de lo que se merece, lo vuelves a hacer, lo vuelves a repetir.
Estoy harta de reincidir, pero claro... ¿Quién soy yo para ir a contracorriente del planeta?

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Amiguitos

Vuelven a mi hueco invisible de tiniebla,
a mi sonrisa en la oscuridad,
deseando respuesta sincera.
Bebe la sangre más allá del recuerdo
del espejo, del cristal muerto
y de los cuerpos bañados en destello.
Más allá del cielo blanco de nubes
y de la tierra blanca de niebla,
bajo la noche negra,
la boca llena de dientes e ironía,
que traga, pequeños labios líquidos;
y olvidas.
Y como que volvemos a casa,
como que nos reciben y aman.
Desnudos de ropa, de manchas,
de miembros y memorias.
Ahora ya mato solito, inocente,
tranquilo,
consciente de mis desatinos,
esperando el abrazo maternal del
cadáver y el cuchillo.
Te envuelvo nuevos amigos en papel brillante,
colorido, con cinta roja y una tarjeta:
bienvenido.

martes, 3 de noviembre de 2009

Somos enanos a hombros de gigantes

Un dato curioso que he observado últimamente es la naturaleza egocéntrica del ser humano.
No me refiero con esto a que cada uno de nosotros seamos egoístas o solo miremos por nosotros, sino al ego del ser humano como especie, y sobre todo, como generación.
Me estoy dando cada vez más cuenta de que, cuando hablo con la gente, pocos conocen escritores, pintores, músicos, cineastas e incluso acontecimientos históricos previos a su nacimiento.
De hecho, hoy en día no dudamos en calificar a las cosas como novedosas, transgresoras, un hito en la historia del cine, la literatura, la pintura...
Por nombrar, así, que me vengan a la mente, la archiconocida triología Millenium, de la que Vargas Llosa llegó a decir que "La novela no está bien escrita (o acaso en la traducción el abuso de jerga madrileña en boca de los personajes suecos suena algo falsa) y su estructura es con frecuencia defectuosa, pero no importa nada, porque el vigor persuasivo de su argumento es tan poderoso y sus personajes tan nítidos, inesperados y hechiceros que el lector pasa por alto las deficiencias técnicas." A lo que yo solo puedo contestar un ¿? porque se me escapan los argumentos para defender esa opinión. Su "pero no importa nada" demuestra esa mediocridad con la que no solo nos conformamos, sino a la que alabamos porque... ¡Aleluya! Larsson es el nuevo Cervantes del S.XX (No le da ni para lamerle los chapines a Cervantes, permitidme la pedantería)
Que el pueblo olvide incluso aconteciemientos históricos que lo configuran, lo crean como pueblo, como nación y más importante, deberían servir de aviso para no cometer nuevos errores me parece un hecho aun más increíble a que los jóvenes y no tan jóvenes de hoy en día no me puedan decir quién era Murillo, Tirso de Molina o los hermanos Lumière.
Que la guerra de Irak no ha sido la primera, que Estados Unidos ya tuvo Vietnam (Si, hombre, la guerra de Apocalypse Now. La de Skinner el de Los Simpsons) que en España ha habido no una, sino dos Repúblicas, una Guerra Civil, una dictadura (Todo eso lo conocemos por la abuela, que ve Amar en Tiempos Revueltos y Cuéntame)
Todo esto me ha venido a la mente al ver ¿Qué fue de Baby Jane?
Y pensaréis...¿Todo esto por una película? Pues sí, todo esto por una película, por una de esas grandes peliculas que terminas de ver y te preguntas por qué narices no la reponen todos los años en lugar de las películas de la pasión en Semana Santa (Siiii, vaaaale, también es folklore, pero con una nos basta, no con diez cada dia de la Semana Santa. O que por lo menos pongan La Vida de Brian)
Por lo que somos, por lo que estamos perdiendo y por todo lo que nos queda por descubir sobre nuestro pasado.
Por esos estudios que "sólo" sirven para recrearse en un pasado inútil (Filoloqué? Historia? Arte? Música? Pero... ¿Y qué salidas tiene?
Salida... la creación de un mundo mejor, o por lo menos más consciente.
Entrada a la felicidad, que no es poco.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Un relatito breve...

Ahora sus restos descansan debajo de mi cama. El daño ya está hecho, y qué bien me sienta hacer daño. Ya no puedo evitar dejar de reírme, aquí, tirado en el sofá y viendo un programa de televisión a todo volumen (¡jódete, mamá!) que no me interesa lo más mínimo.
Todo por él. Porque él es el preferido, él es el chiquitín de la casa, él no barre ni recoge la mesa porque es muy pequeño, él nunca ha roto un plato... ¡Pues ya era hora de que escarmentara! Porque yo soy muy paciente, pero todo tiene sus límites. ¡Cuatro años soportándole! Ya ni me acuerdo de cómo era dormir solo, tener una habitación para mí, no compartir ningún juguete... Desde que nació fue una desgracia en mi vida. Y mis padres nos quieren a los dos por igual, sí, pero a él bien que le peinan cuidadosamente por las mañanas o le enseñan a atarse los cordones con ese repugnante “amor de padres” que yo siempre echaré de menos.
No me arrepiento de lo que he hecho. Que no intenten comprenderlo ni busquen respuestas, porque no me arrepiento. Es algo que llevaba planeando desde hacía unas semanas y estoy orgulloso de mi logro. Además, en esta casa están siempre tan ocupados que no se preocuparán mucho por encontrarlo y, claro, eso me favorece muchísimo.
No lo habría hecho si él nunca hubiera existido. Cómo odiaba cuando, con uno o dos años, me lamía todo lo que encontrara por mi cuarto, o esa manía que tenía de cogerme de la mano y apretármela... “Si lo hace sin querer, ¡es muy pequeño!”, me decían siempre mis padres cuando yo les enseñaba la marca ligeramente enrojecida que me había dejado el criminal de mi hermano. Él siempre tan bueno, tan callado, tan inocente...

- ¡Chache...! ¿Dónde está Piposo?

Mis ojos parpadean un momento desviando la atención de la televisión. Vaya mierda de programa, pero qué bien sienta tenerlo a todo volumen.

- ¿Qué quieres?- le pregunto gritando a mi hermano.
- ¡Pi-po-so!

Le miro fijamente y nos quedamos así, estudiándonos el uno al otro, durante un buen rato. Si es un simple peluche... Hay que ver qué rápido lo echa de menos. Poco a poco, me va entrando la risa, le saco la lengua y, mientras pienso en los restos de Piposo que hay debajo de mi cama, vuelvo a fijar mi atención en la televisión. Mi hermano empieza a hacer pucheros (es odioso cuando se hace el víctima) y sale corriendo hacia la cocina.

- ¡Mami, mami! ¡El chache tiene a Piposo...!

domingo, 1 de noviembre de 2009

Un pequeño espacio fotográfico...
Obsequio de Manu.
Gracias.