Los gatos inundan las aceras.
Los pájaros
hablan de Filosofía
en las ramas
de los plataneros.
El patio parece
un patio
porque huele a público
y al perro del vecino.
A la gente
de repente
le gusta cantar,
y si se enfadan
enseguida se arreglan
porque dentro de poco
tienen vacaciones.
Parece mentira
este interminable
Invierno
y su manera arrogante
de odiarnos a todos.
Ahora llega la Primavera
quitándose el sombrero,
y saluda
para que no mueran
las plantas de las casas,
para que las moscas
no renuncien a sus antojos,
para que la noche
se haga pacífica y respirable.
Ha llegado.
Por lo menos ahora sé
que mañana sí sale el sol.
Foto: Sofía Blázquez Sánchez