lunes, 15 de febrero de 2010

Héroe convencional

Dedicado a todos los héroes que hay en mi vida, por su modestia, y a Batman, Spiderman y Superman, por su mediocridad.

El héroe convencional es un héroe sin tapujos.
Todas las mañanas suele tomarse una ducha para asimilar el horario de su trabajo, o de sus estudios, y, como no tiene capa, depende para viajar del transporte público o de su propio coche, que no tiene tantas cualidades como el Batmóvil o el Coche fantástico.
El héroe convencional paga multas, recibe facturas y tiene miedo de no llegar a fin de mes. Si tiene suerte y todo le va bien, puede ser un poquito más feliz y tener más confianza para salvar el mundo. La gente empieza a aplaudirle y a vitorearle, pero él, consciente de que es héroe pero también de que es convencional, no se deja llevar demasiado por esos arrebatos de emoción.
El héroe convencional ve la Fórmula 1, se enerva cuando su equipo de fútbol pierde la liga y se desengaña con la política y la ética actuales. Luego se da cuenta de que aún hay muchos problemas sin resolver, y se centra más en su tarea de héroe, cambiando pequeñas cosas de su alrededor.

Siento decir que en un mundo perfecto no existiría este tipo de héroes, porque no habría nada que salvar.
Qué pensamiento más convencional, ¿verdad?

2 comentarios:

Linkshänder dijo...

Todos nosotros somos héroes. ¿Quién es capaz de aguantar hacer una matrícula en la universidad sin tener que sacar la pistola?

Un saludo.

Charlotte dijo...

Sí, o pedir a la secretaría de tu centro que te diga dónde está cualquier oficina... Es bastante cómico, la verdad.
¡Que vivan los héroes! :)