Lo bueno que tiene la luna es que nunca va a estar sola, nunca va a ser miserable, porque siempre tiene alguien que la contemple. Eso es importante. Si la luna saliera de día, nadie querría verla, todo el mundo se ocultaría tras sus gafas de sol y la ignorarían. Incluso el más romántico del mundo, la sería infiel.
Pero no. La luna es un magnífico símbolo, el romanticismo pleno. Supongo que una de las razones es que sólo sale de noche y entonces, de noche, las palabras más bonitas son las estrellas, y es más difícil atragantarse con un te quiero.
2 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo... Ver la luna cuando es de día no es lo mismo :)
La luna... la gran farsa de América. xD
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