sábado, 6 de marzo de 2010

DE SABIOS ESTÁ REPLETO EL MUNDO:

Silencio,

alguien habla, se trata de un ser sabio,

pero la sabiduría es compleja,

tanto que nadie sabe qué significa ser sabio.

¿Hablar mucho? ¿Hablar demasiado poco?

tal vez solamente hablar de lo único que se sabe,

o se cree saber.


Sentado en la mesa con posición preeminente,

un cartel enuncia: ¡Aquí hablará un sabio!

Las conferencias están hechas para ellos,

desprendiéndose palabra por palabra

de toda su sabiduría,

pensando que hablan de algo que entendemos,

pero no es más sabio quien más habla de lo que sabe,

sino quien mejor nos transmite que conoce poco

y que ese poco que conoce es un granito de arena

de la totalidad de la sabiduría.


Aplausos y más aplausos,

que pretenden dar un abrazo

a las palabras vacías o llenas, según para el entendedor.

Como estamos predispuestos a la sencillez,

la complejidad nos aturde y provoca que nos perdamos

en el mundo de los falsos sabios.

A los verdaderos sabios no importa

que no les entendamos e incluso que nos aburran,

y es que realmente, de sabios está repleto el mundo,

unos nos hacen viajar de sermón en sermón

y otros de ilusión en ilusión.

1 comentarios:

Charlotte dijo...

Los que nos hacen viajar de sermón en sermón no son sabios, son cuentistas ja ja ja Y además procuran decir palabras muy largas para parecer más listos de lo que en realidad son...
Hay que saber elegir bien a los sabios que queremos idolatrar.