miércoles, 24 de marzo de 2010

No me preocupa nada más que...

¿Qué preocupación mayor que la distancia de mis pies al suelo?

Y qué preocupación podría tener mayor importancia que las patas de la silla sobre el suelo, el frío en las mejillas, el color del parqué, el tintinear de las horquillas, el roce de tu pantalón, los botones de las paredes, qué preocupación mayor que tu sonrisa escalando la ventana, qué preocupación mayor que....

Que no me preocupa nada que no sea el subir de escaleras, el cierre de puertas y ventanas, el caer de la lluvia, el parpadeo de tus pupilas, el color de tu iris, las pestañas de los cristales, el tumulto del silencio, el café de mi parabrisas...

No encuentro nada que me interese más que el silencio escaldado, las manos carismáticas, el rincón de los problemas, el estrecho de la calle, la simpleza de palabras...

Que no hay nada mejor que el espacio continuado, el sinónimo insatisfecho, el entrever de las cortinas... que todo es fantástico si estoy a más de medio palmo del suelo...

0 comentarios: