Como el día en la noche,
como la luz en la oscuridad,
asÍ de confuso está mi corazón,
que no se deja consolar.
Ahora solo siento decir
que no encuentro la felicidad,
al haber perdido a la mujer,
que quería de verdad.
Veo ventanas abiertas,
tengo ganas de saltar,
la caída es lenta y trágica
y no puedo ni respirar.
Solo siento tristeza en mí,
también cobardía y soledad,
algún día te diré lo mucho,
que te he llegado a amar.
1 comentarios:
¡Qué malas la cobardía y la soledad!
Muy buena, Angelo.
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