miércoles, 5 de mayo de 2010

Tú y abismo

Me llamaste, al final
me llamaste y poco a poco

sentí lo que un final acorrala.
Me tenté a sonreirte,
a mirarte, a besarte,
dejándo a un lado
nuestro abismo infinito.

Ambos sabemos,
ambos lo sabemos,
un abismo impenetrable,
insaciable, insostenible.
Un abismo no recomendable,
abismo vacío de porqués
de escusas, de mentiras..
un abismo muy tentador.
Abismo para dos.

Sólo tiendo a decirte y tiemblo,

sólo tiendo a mirarte y siento,
siento que ya no queda nada,
que te vas,
que te irás,
y aquí quedaré yo,
hundida entre cojines de sofá,
entre sábanas de cianes colores,
entre llantos y amaneceres.

Y tú, mientras, reptando.
Reptando por cada una de las paredes
que exaltadas te dejan reptar,
y que llegues poco a poco conmigo,
conmigo a hundirte también
entre los cojines del sofá.

Aquí no hay abismos,

sólo tenues texturas y tenues colores.

0 comentarios: