si la continuidad de este relato no es
sino pasatiempo real de
un millar de relojes?"
-Te quiero.
-¿Por qué?
-No sé.
-Eso está bien,
nos demuestra que aún nos queda tiempo,
al menos hasta saberlo.
-Al menos hasta saberlo-
Eso dije: Al menos hasta saberlo.
Que amparadas se encontraban mis palabras entonces,
cuando ellas lo sabían,
y describían inconscientemente
un final, un:
-Te quise-
Que amparadas y ridículas ellas,
que a golpe de coherencia
daban un significado erróneo al
-te quiero- por entonces inicial.
-Te quiero-
Me dices ahora,
después de tiempo adelante,
después de un surco de arenas,
después de un después
que ambos no esperábamos.
Me dices -te quiero ahora-
y un incomprensible escalofrío
me recorre todo el cuerpo,
clavando inusitadamente
un paréntesis próximo a mis labios.
-Te quiero ahora-
¿y seguirá siendo tan bonito un segundo después?
Me gustas
cuando dices
-te quiero ahora-
Me gustas
porque sólo las palabras,
los versos,
saben lo que vendrá después.
-Te querré siempre (dijiste una vez)
-shhhh ¡calla!
-¿Por qué?
-Preguntáselo a la poesía.
(aún esperan ambos su respuesta).
Pilores
4 comentarios:
bestial
¿y la poesía sabrá la respuesta?
mañana seguro que sí ^^
pues no lo sé...yo aún no se lo he preguntado, no quiero que llegue el final jajajaja
Muy chula la foto :)
thanks ^^
Publicar un comentario